Juan 4:21-23
Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Tiempos de revelación, necesariamente nos conducen a tiempos extraordinarios de adoración; y en Su presencia somos transformados de gloria en gloria.
Necesitamos entender a quien cantamos y porque le adoramos.
En el siguiente video, los hermanos del ministerio Hillsong nos conducen desde las puertas, pasando por los atrios de la presencia de Dios, para llegar al mismo corazón de Dios.
Creo que la introducción al tema Yahweh es una verdad revelada que necesitamos tener presente al adorar.
Recuerdo las palabras de Jesús a Felipe: "el que me ha visto a mi, ha visto al Padre".
Adoremos al Padre por medio del nombre que nos fue dado.
Jesús es Dios. Aleluya!
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Miercoles 20 hrs y Domingo 11 hrs
Luis e Ingrid Reyes
Manifestando a los hombres la verdad de Dios.
NUESTRAS REUNIONES
Miercoles 20 hrs y Domingo 11 hrs
BIENVENIDO A CASA
Iglesia Casa de Adoración es la casa apostolar del Ministerio Rey de Reyes en Chile.
Te esperamos en la próxima reunión en Av. Vicuña Mackenna Nº 11.460, comuna de La Florida, Santiago de Chile.
Metro Estación Los Quillayes, Línea 4.
Te esperamos en la próxima reunión en Av. Vicuña Mackenna Nº 11.460, comuna de La Florida, Santiago de Chile.
Metro Estación Los Quillayes, Línea 4.
APÓSTOLES
Luis e Ingrid Reyes
NUESTRO MINISTERIO
El día 18 de Agosto de 2001 llegamos a tomar el actual local donde funciona la Iglesia Casa de Adoración, cuando nos entregaron la propiedad estábamos muy alegres por cuanto Dios había respondido nuestras oraciones por el mismo y ahora contábamos con un espacio más amplio para las reuniones, tenía sector para estacionamientos y estaba ubicado en una importante avenida de Santiago.
Por otro lado, cuando abrimos las puertas de nuestro futuro auditorio principal, nos recibió un fuerte olor a encierro y polvo, lo cual era sólo un anticipo de todo lo que después veríamos: paredes sucias, ausencia de cielo raso, piso sin terminación, el viento entraba cruzando de lado a lado el salón, frío insoportable en las noches y calor extremo en el día ; todo lo cual era resultado del profundo estado de deterioro de la propiedad por el mal uso de los moradores anteriores, la falta de mantención apropiada y la soledad que provocó el abandono de años.
Si bien todos estos eran motivos para sentirse agobiados, no permitimos que lo visible nos desalentara, así que con mucho entusiasmo, unidad, trabajo duro y también fe, nos propusimos realizar un cambio radical y absoluto de lo que Dios nos había confiado. Para el día 8 de Diciembre del mismo año, todo lucía diferente y no solo se veía distinto, sino que lo era en esencia; el Señor nos dio la gracia para cambiarlo y toda la gloria fue para Él.
El mismo día que dedicamos la propiedad para el Señor, el Espíritu Santo le habló a mi esposa Ingrid diciéndole: “Observa bien las condiciones como ves ahora este salón y recuerda también como llegó a sus manos, acuérdate que estaba sucio, deteriorado, mal oliente y abandonado; pero ahora todo es diferente, ustedes lo transformaron en mi Nombre. Porque yo traeré vidas a esta casa, para que sean tratadas de la misma manera; vendrán tristes, solos, decepcionados, angustiados, heridos, endeudados y con Mi gracia serán sanados, liberados, bendecidos y absolutamente transformados”.
El tiempo ha pasado y hemos comprobado la fidelidad de Dios y Su Palabra, porque han llegado hombres, mujeres, niños, jóvenes, adultos, matrimonios, familias y en todos Cristo ha hecho Su obra de restauración y bendición.
Hoy Casa de Adoración es un refugio, una iglesia de brazos abiertos y en cada reunión estamos recibiendo con alegría todas las vidas que Dios trae sin falta para que nosotros realicemos el trabajo encomendado: La Restauración.
Te invitamos a ser parte de esta obra de amor del Padre, “Porque para siempre es Su misericordia”.
Por otro lado, cuando abrimos las puertas de nuestro futuro auditorio principal, nos recibió un fuerte olor a encierro y polvo, lo cual era sólo un anticipo de todo lo que después veríamos: paredes sucias, ausencia de cielo raso, piso sin terminación, el viento entraba cruzando de lado a lado el salón, frío insoportable en las noches y calor extremo en el día ; todo lo cual era resultado del profundo estado de deterioro de la propiedad por el mal uso de los moradores anteriores, la falta de mantención apropiada y la soledad que provocó el abandono de años.
Si bien todos estos eran motivos para sentirse agobiados, no permitimos que lo visible nos desalentara, así que con mucho entusiasmo, unidad, trabajo duro y también fe, nos propusimos realizar un cambio radical y absoluto de lo que Dios nos había confiado. Para el día 8 de Diciembre del mismo año, todo lucía diferente y no solo se veía distinto, sino que lo era en esencia; el Señor nos dio la gracia para cambiarlo y toda la gloria fue para Él.
El mismo día que dedicamos la propiedad para el Señor, el Espíritu Santo le habló a mi esposa Ingrid diciéndole: “Observa bien las condiciones como ves ahora este salón y recuerda también como llegó a sus manos, acuérdate que estaba sucio, deteriorado, mal oliente y abandonado; pero ahora todo es diferente, ustedes lo transformaron en mi Nombre. Porque yo traeré vidas a esta casa, para que sean tratadas de la misma manera; vendrán tristes, solos, decepcionados, angustiados, heridos, endeudados y con Mi gracia serán sanados, liberados, bendecidos y absolutamente transformados”.
El tiempo ha pasado y hemos comprobado la fidelidad de Dios y Su Palabra, porque han llegado hombres, mujeres, niños, jóvenes, adultos, matrimonios, familias y en todos Cristo ha hecho Su obra de restauración y bendición.
Hoy Casa de Adoración es un refugio, una iglesia de brazos abiertos y en cada reunión estamos recibiendo con alegría todas las vidas que Dios trae sin falta para que nosotros realicemos el trabajo encomendado: La Restauración.
Te invitamos a ser parte de esta obra de amor del Padre, “Porque para siempre es Su misericordia”.
